Miguel Uribe Londoño es expulsado del Centro Democrático: crisis interna rumbo a las elecciones de 2026

La decisión del Centro Democrático de expulsar al precandidato presidencial Miguel Uribe Londoño ha generado un terremoto político en Colombia. La colectividad, fundada por el expresidente Álvaro Uribe Vélez, atraviesa uno de sus momentos más críticos justo cuando se prepara para definir su candidato oficial de cara a las elecciones presidenciales de 2026.

Contexto de la expulsión

El partido anunció que Miguel Uribe Londoño quedaba fuera del proceso interno de selección de candidato presidencial. Según la dirección del Centro Democrático, la decisión se tomó tras conocerse versiones de que el aspirante habría manifestado apoyo al abogado Abelardo de la Espriella, quien lidera encuestas en sectores de derecha. Aunque Uribe Londoño negó públicamente haber renunciado o haber pactado con De la Espriella, la colectividad consideró que su conducta afectaba la transparencia del proceso.

La medida deja en competencia únicamente a las senadoras María Fernanda Cabal, Paloma Valencia y Paola Holguín, quienes ahora disputarán el aval del uribismo para enfrentar al Pacto Histórico y a figuras como Iván Cepeda en las urnas.

Reacciones políticas

La expulsión de Miguel Uribe Londoño fue recibida con sorpresa y críticas. El propio afectado calificó la decisión como “inaceptable” y aseguró que se trata de una exclusión arbitraria de un proceso del cual hacía parte. En redes sociales, militantes del Centro Democrático expresaron inconformidad, señalando que la colectividad se encuentra dividida y que la salida de Uribe Londoño refleja la falta de unidad interna.

Por su parte, la senadora María Fernanda Cabal reaccionó afirmando que el partido debe mantener coherencia y disciplina, mientras que otros dirigentes advirtieron que la crisis interna podría debilitar la capacidad del uribismo para enfrentar al petrismo en las elecciones.

Implicaciones para el Centro Democrático

La expulsión de Miguel Uribe Londoño no solo afecta su aspiración presidencial, sino que también expone las tensiones dentro del Centro Democrático. El partido enfrenta el reto de consolidar un liderazgo único que represente a la derecha colombiana. Sin embargo, la salida de uno de sus precandidatos más visibles podría fragmentar aún más a la colectividad.

Analistas señalan que la decisión puede tener tres efectos principales:

  • Debilitamiento del partido: la exclusión de Uribe Londoño podría restar apoyos en sectores urbanos donde tenía influencia.
  • Fortalecimiento de Abelardo de la Espriella: al ser mencionado como posible receptor del apoyo de Uribe Londoño, su candidatura gana visibilidad en la derecha.
  • Ventaja para el Pacto Histórico: la división interna del uribismo favorece a Iván Cepeda y al petrismo, que aparecen sólidos en las encuestas.

Crisis de liderazgo

El Centro Democrático atraviesa una crisis de liderazgo que se refleja en la falta de consenso sobre su candidato presidencial. Mientras el Pacto Histórico avanza con Iván Cepeda como figura fuerte, la derecha se encuentra en disputa entre Cabal, Valencia, Holguín y ahora De la Espriella. La expulsión de Miguel Uribe Londoño se convierte en un símbolo de esa fractura.

La colectividad deberá definir si logra recomponer su unidad o si la división interna terminará debilitando su capacidad de competir en 2026. En cualquier caso, la salida de Uribe Londoño marca un antes y un después en la historia del partido.

Conclusión

La expulsión de Miguel Uribe Londoño del Centro Democrático es un episodio que refleja las tensiones internas de la colectividad y la dificultad de la derecha para consolidar un liderazgo único frente al avance del Pacto Histórico. Con Cabal, Valencia y Holguín en competencia, y con De la Espriella ganando protagonismo, el uribismo enfrenta el reto de recomponer su estrategia para no quedar relegado en las elecciones de 2026.

El desenlace dependerá de la capacidad del partido para superar sus divisiones con miras a una posible victoria frente al candidato Iván Cepeda del Pacto Histórico. Por ahora, la crisis interna deja más preguntas que respuestas y pone en evidencia que la carrera presidencial será una de las más disputadas de los últimos años.